Malba – Fundación Costantini presenta la exposición
Le Parc Lumière, compuesta por
una selección de obras históricas del gran maestro argentino Julio Le Parc
(Mendoza, 1928) pertenecientes a la colección Daros Latinoamérica, Zúrich. La muestra se concentra en las experiencias
cinéticas de Le Parc entorno a la luz, realizadas principalmente en los años
60.
A catorce años de su última gran
retrospectiva en el país, Malba acerca nuevamente al público local el universo
mágico de Le Parc y rinde así homenaje a uno de los artistas argentinos más
importantes del siglo XX. Al realizar otra retrospectiva del maestro, se
decidió hacer foco en uno de los aspectos más importantes de su producción: su
preocupación por las alteraciones de la luz en movimiento.
El público podrá disfrutar activamente de un conjunto de 17 instalaciones lumínicas, desplegadas en dos salas del museo, que suman 900 metros cuadrados. “Sus juegos de luz en movimiento modifican el espacio, lo recrean en forma permanente y al mismo tiempo lo disuelven, incluyendo al observador en la obra de arte total. La sustancia material básica de los múltiples aparatos mecánicos y máquinas lumínicas se transforma elegante y absolutamente en inmaterial”:
El público podrá disfrutar activamente de un conjunto de 17 instalaciones lumínicas, desplegadas en dos salas del museo, que suman 900 metros cuadrados. “Sus juegos de luz en movimiento modifican el espacio, lo recrean en forma permanente y al mismo tiempo lo disuelven, incluyendo al observador en la obra de arte total. La sustancia material básica de los múltiples aparatos mecánicos y máquinas lumínicas se transforma elegante y absolutamente en inmaterial”:
Arte en movimiento
Junto con sus colegas del GRAV, Julio Le Parc
propuso en los años 60 una ruptura con la tradición artística que había prevalecido
hasta entonces, alejándose de la pintura y acercándose a una concepción
dinámica de la obra de arte. “Las primeras experiencias que hice con
elementos móviles partían de las cajas luminosas, y se realizaron a comienzos
del año 1960. Estaban destinadas a servir como una suerte de diafragmas que modificaban
sus formas según su posición, dejando pasar más o menos cantidad de luz. Me di
cuenta, casi de inmediato, que con ellas podía experimentar, de forma independiente,
los mismos problemas que me preocupaban en aquél momento. Es decir, la múltiple
variedad de situaciones en una misma experiencia. Las nociones de movimiento,
de inestabilidad y de probabilidad se me aparecían de forma muy clara, se desarrollaba
el trabajo con contingencias exteriores a la obra. La tendencia a alejarme de la
noción de obra estable, única y definitiva, se acentuaba cada vez más”, explica
Le Parc.
Continuel lumière avec formes en cortonsions, 1966-1996 |
Lumière saccadée, 1970 |
El deseo de Julio era crear obras que
estuvieran en perpetua transformación y en constante inestabilidad. Sus
investigaciones científico-mecánicas resultaron en interesantes juegos azarosos
de luces y sombras, donde la participación del espectador completa la obra de
arte activándola con su percepción y su presencia interactiva. El artista crea
las condiciones, pero las superposiciones y constelaciones específicas de los fenómenos
lumínicos son casuales.
“Este juego con lo aleatorio conduce constantemente
a situaciones nuevas y sorprendentes que nunca son abarcables en su totalidad.
La experiencia de estos sucesos lumínicos fugaces nos lleva a reflexionar sobre
lo inestable de la realidad y sobre el fluir de la vida con sus múltiples
refracciones y reflejos”, afirma Hans-Michael Herzog
(uno de los curadores de la muestra) y agrega: “Con serenidad y mano suave,
Le Parc nos eleva hacia un calidoscopio universal que fluye, resplandece, danza
y vibra, y cuya belleza y encanto nos atrapan y ya no nos abandonan”.
Continuel lumière cylindre, 1962 |
Lumière verticale visualisée Installation, 1978 |
Arte liberal y democrático
Las obras cinéticas de Le Parc se sustraen de
manera deliberada de cualquieri nterpretación específica. En un mundo en el que
todo está ordenado, Le Parc busca ofrecer al hombre la oportunidad de romper
con su existencia reglamentada. Su intención es liberar al observador de su
dependencia y hacerlo participar en la acción, integrándolo en su obra de arte
total y sumergiéndolo en una experiencia lumínica. Para Hans-Michael Herzog: “En la negación rigurosa de cualquier
pretensión de lo absoluto es donde reside el aspecto más profundamente humano
de este arte a la vez que el más político: un arte que se concibe como liberal
y democrático, respetuoso de los hombres, antiautoritario y enemigo de
cualquier tipo de culto al genio”.
Lumières alternées, 1993 |
Lumières |
Lumières alternées, 1971 |
Muestra: Obras cinéticas de Julio
Le Parc en la Colección Daros Latinoamérica
Curadores: Hans-Michael Herzog, Käthe Walser y Victoria Giraudo
Hasta el 06 de octubre de 2014
Salas 5 (2º piso) y 3 (1º piso)
MALBA: Avenida Figueroa Alcorta 3415
Entrada General: $50 (miércoles $25).
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