jueves, 17 de mayo de 2018

Heavenly Bodies: una muestra celestial

La religión católica se ha caracterizado desde sus inicios por su teatralidad, fasto, pompa y circunstancia. La exuberancia, la riqueza desmedida y el alto simbolismo de sus rituales y vestimentas, la han acompañado desde el Imperio Bizantino hasta nuestros días. Sus numerosas y jerárquicas tipologías vestimentarias comparten varias de las características que en el mundo de la moda son exclusivas del más importante rubro de indumentaria: la alta costura. Materiales nobles de primerísima calidad; miles de horas de trabajo artesanal realizado a mano; dedicación absoluta en la confección; lujo; recargamiento; alto grado de simbolismo; magnificencia y poder, son conceptos que pueden estar hablando tanto de un traje de noche, como del atuendo de un Papa renacentista. Por ello, utilizarla como fuente de inspiración fue casi obvio para muchos de los grandes diseñadores de indumentaria del siglo XX, y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York se impuso la tarea de dar cuenta de esto, organizando la megamuestra “Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination” en tres de sus sedes, y con todos los condimentos necesarios para que la misma sea el suceso del 2018.


Cruz procesional bizantina  (1050) - Gianni Versace 1997-98

San Pedro (siglo XIV) - Elsa Schiaparelli 1939

Cardenal Fernando Niño de Guevara (El Greco) - Balenciaga 1954 

Biblia (1607) - María Grazia Chiuri, Pierpaolo Piccioli for Valentino  2014
Distribuidas entre el Anna Wintour Costume Center, las Galerías Bizantinas y Medievales de la Quinta Avenida, y los Claustros del Metropolitan, las prendas paganas son exhibidas separadas, pero en concordancia, con objetos y ropajes religiosos procedentes del acervo de la Capilla Sixtina, que llegaron a Estados Unidos en varios arcones y protegidos por papel de seda. Es un gran acierto curatorial el montaje realizado en escenarios acordes a la temática y con el aporte de objetos de valor arqueológico, que realzan el ida y vuelta creativo e inspiracional. Dejar las frías vitrinas y los amplios espacios contemporáneos para los objetos litúrgicos y el ropaje del Vaticano, y colocar los maniquíes en capillas, jardines monacales y salas de alto valor histórico fue una forma de elevar el diseño por sobre la fuente de inspiración, otorgándole una valoración simbólica suprema. De este modo, vírgenes yacentes, ángeles que parecen haber caído del cielo, y figuras suspendidas a más de dos metros de altura, lucen las creaciones de los más grandes diseñadores de la moda del siglo XX, en ambientes recoletos y muy teatralizados. 




John Galliano for Dior FW 2000


Thierry Mugler FW 1984

Christian Lacroix FW 2009 

Jean Paul Gaultier SS 2007 

Riccardo Tisci, Madonna Delle Grazie, 2015

John Galliano for Dior FW 2005

Yves Saint Laurent  FW 1977

YSL Traje para la “Virgen del Rocío”, 1985

Jean Paul Gaultier SS 2007

Thierry Mugler FW 1984. Centro: Roberto Capucci 1987 

Rodarte 2011. Schiaparelli y Lanvin (ángeles)


Cristóbal Balenciaga 1967


Gianni Versace 1991




John Galliano for Dior 2004


Como en todas sus muestras, pero en ésta con más claridad y efecto que en ediciones anteriores, el MET no ha dejado un solo detalle librado al azar. Algo que pudo verse cabalmente reflejado en las producciones de fotos realizadas con modelos para la campaña promocional, y en la ya clásica alfombra roja de la gala de inauguración, en la cual, salvo alguna que otra ridiculez, el maridaje entre moda y religión brindó algunos muy buenos ejemplos de lo que puede salir de la cabeza de un diseñador cuando se inspira en una fuente tan potente.

Texto: Andrea Castro. 
Fotos: Met Museum, Getty Images, Just Jared, Vogue. 






Rihanna in custom Maison Margiela by John Galliano

Greta Gerwig by The Row

Taylor Hill by Diane von Furstenberg

Lily Collins by Givenchy

Rosie Huntington by Ralph Laurent


Kate Bosworth in Oscar de la Renta 


Blake Lively by Versace


Priyanka Chopra by Ralph Laurent 

Zendaya  by Versace

Lana del Rey y  Jared Leto by Gucci

Katy Perry by Versace

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