martes, 5 de marzo de 2024

Vuela alto querida Iris.

A los 102 años nos dejó una de las más importantes protagonistas del fenómeno silver, la inconfundible Iris Apfel, que se adueñó del universo fashion cuando tenía 80 años. Anteriormente a partir de los años cincuenta, y durante décadas, Apfel diseñó interiores para clientes privados como Greta Garbo, Estée Lauder, y varios presidentes de los Estados Unidos. Con su marido, Carl Apfel, fundó Old World Weavers, tienda que vendía y restauraba textiles,  muchos de ellos pertenecientes a la Casa Blanca. La pareja recorría museos y bazares de todo el mundo en busca de diseños textiles. 

De manera regular, Iris también añadía prendas y accesorios a las enormes colecciones que atesoraba en su apartamento de Park Avenue, en Manhattan. Ese guardarropa, tremendamente ecléctico, formó parte de una exitosa exposición en el icónico Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met), cuando fue convocada de urgencia para cubrir una muestra que se había cancelado en el año 2005. El museo ya había expuesto piezas de colecciones de diseñadores, pero nunca el vestuario de una persona. La muestra, Rara Avis: Selecciones de la colección Iris Apfel, reunió 82 conjuntos y 300 accesorios. “Esta no es una colección”, dijo Apfel por aquellos años, “es un asalto a mi armario. Siempre pensé que para exponer en el Met tenías que estar muerta”.








miércoles, 21 de febrero de 2024

Nuevos contendidos, nuevos cursos. Volviendo.



Después de una larga, larguísima pausa, impuesta por esa brutalidad con la cual muchas veces nos pasa por encima la vida, vuelvo a recuperar este espacio, mi espacio, para brindarles como siempre lo mejor. Y por estos días lo mejor son los cursos que estoy dictando en la plataforma de formación de Capacitarte UBA.

Desde el martes 26, y a lo largo de 10 clases, estaré hablando sobre algunos  temas que tienen en común su relación con las neurociencias.
La neurosegmentación, el neuropackaging, la neurocomunicación la y neuropublicidad, solo se pueden entender partiendo de la explicación de las principales características de nuestro cerebro, esa computadora perfecta que es mucho más emocional que racional.
El Neuromarketing, utilizado como una herramienta estratégica, conjuga los resultados de cientos de estudios neurobiológicos, con importantes temáticas de marketing, tales como: el posicionamiento de marca, la investigación de mercado, el diseño de productos o servicios, la fijación de precios, la comunicación y la planificación publicitaria, etcétera. Esto es posible, gracias a los nuevos conocimientos sobre el funcionamiento del cerebro, que en la actualidad están cambiando significativamente al marketing tradicional ya que, al focalizar en los procesos neurológicos que explican la percepción, las emociones, la conducta de compra y la toma de decisiones de los clientes (originada en más del 95% de los casos en motivaciones emocionales), esta nueva herramienta minimiza la posibilidad de errores. Se puede decir entonces que la formación en Neuromarketing no solo otorga una importante ventaja competitiva, sino que además, ayuda a fortalecer la relación de los clientes con las marcas o empresas, al permitir un mejor posicionamiento de las mismas en su sentir emocional, más que en sus pensamientos racionales.

Informes e inscripción en el siguiente link: https://lnkd.in/dC9XZPHY






martes, 7 de septiembre de 2021

Nuevo curso para diseñadores vía Zoom.


Gestión del Negocio de Moda. 

El Marketing y el Branding desempeñan un papel determinante en la industria de la moda, ya que éstas conforman muchas de las decisiones estratégicas y creativas concernientes al diseño y desarrollo de producto. El mercado de la moda es cada vez más dinámico, y requiere de una constante actualización por los profesionales del sector, con el fin de entenderlo y anticiparse a las necesidades del consumidor y por ende a las necesidades del mercado.





DESTINATARIOS:

Diseñadores de Indumentaria y Textil. Dueños de marcas de indumentaria. Diseñadores independientes. Emprendedores del rubro indumentario y de accesorios. Licenciados en Marketing. Interesados en la gestión de marcas de moda.

OBJETIVOS:

- Incorporar los conocimientos necesarios para poder generar un plan de marketing acorde con el tipo de marca o emprendimiento indumentario que se esté desarrollando.
- Poder realizar una inteligente y provechosa evaluación del mercado actual teniendo en cuenta el contexto social, económico, de tendencias y de consumo.
- Manejar una correcta y eficaz estrategia de precios, adquiriendo la habilidad de analizar la coyuntura para poder actualizarla según las variables que se presenten.

CONTENIDOS:

Unidad 1:

El sistema de la moda y sus actores.
La pirámide de la moda.
Marcas exclusivas, sustentables, alternativas, fast fashion, slow fashion.
Ciclos de vida de la moda y las tendencias.
El nuevo lujo.
Deseo vs. Necesidad.

Unidad 2:

Conceptos generales del marketing de moda.
Principales elementos. Las 5 W del producto.
El plan de marketing y sus desafíos en la actualidad.
El marketing ético.
El análisis del mercado de moda.
Macro y micro tendencias.
La competencia directa e indirecta.

Unidad 3:

La planificación y la estrategia.
Segmentación y targeting.
La creación del perfil del cliente.
El posicionamiento.
La gestión del surtido en moda, la producción.
Calendario dentro de las empresas de moda.
Conceptos básicos: colección, series, líneas, series limitadas, colecciones cápsula, colaboraciones.

Unidad 4:

La imagen de marca.
La marca de moda, carácter y personalidad. Filosofía y cultura.
Introducción al Branding. Elementos constitutivos y desarrollo creativo.
Objetivos y técnicas. Las acciones de cobranding.
El marketing de afinidad.

Unidad 5:

Calendario de la Moda.
Eventos dentro del mercado de la moda.
La comunicación de las marcas de moda.
Publicidad y promoción.
De las estrategias tradicionales publicitarias a las nuevas herramientas de comunicación y promoción.

Unidad 6:

Los nuevos canales publicitarios. El e-marketing.
La moda y las redes sociales. Análisis de plataformas y circuitos del consumidor. Contenido de valor, estética y campañas.
Estrategias e implementación de las marcas en las redes sociales.
El rol del prosumidor.
El perfil del consumidor digital. El buyer persona.

Inicio: Viernes 4 de marzo de 2022.
Horario: Viernes 17 a 20 hs.
Duración: 7 clases (21 horas).
Modalidad: en vivo por Zoom.
Docente: Andrea Castro. 

miércoles, 11 de agosto de 2021

LOKI: una maravillosa reflexión sobre lo que nos hace humanos.

Atención: esta reseña contiene spoilers.

Loki es perfecta del principio al fin. Ningún detalle queda librado al azar a la hora de narrar esta historia que muestra a flor de piel cada uno de los sentimientos que día a día le complican la vida a los humanos: odio, venganza, dolor, tristeza, nostalgia y por sobre todas las cosas, amor. Pero Loki, además, habla de otras cuestiones que también desvelan a los seres de carne y hueso, como el tiempo, la identidad, la lucha entre el bien y el mal, la vida, la muerte, el orden y el caos, la tiranía y el libre albedrío. Lo maravilloso de la serie es que, además de entretenernos; de tenernos en vilo hasta el último capítulo; de hacernos reír (el Loki cocodrilo y Miss Minutes son impagables); y hasta de emocionarnos, nos deja varias reflexiones y muchas, pero muchas preguntas.


El eje central de toda la trama es el tiempo, ese tirano que corre sin parar, que nunca nos alcanza, que siempre nos juega en contra. Como seres finitos que somos, sabemos que el tiempo se nos escurre sin piedad, con cada palpitar de ese reloj que tenemos dentro del pecho. Quién pudiera dominar el tiempo. Quién pudiera ir y venir a lo largo de los años para aprender de lo vivido y de lo que queda por vivir. Quién pudiera enmendar los errores del futuro y del pasado, para lograr la plenitud en el presente. La TVA (Time Variance Authority), esa agencia hiper burocrática que administra el tiempo y la vida de las personas, y se parece bastante al Ministerio de la Verdad de la novela de Georges Orwell, 1984, hace todo eso y mucho más, pero a costa de mantener un orden riguroso, cuartar libertades, guionar los hechos y las acciones, y evitar el caos. Un caos que, a pesar de todos sus esfuerzos, se desata en el último episodio cuando Sylvie, hace uso de su libre albedrío para saciar su sed de venganza. Sabemos que ninguno de los dos extremos son buenos, sabemos que el ideal es ese delicado equilibrio que a veces se puede lograr entre la libertad, el autocontrol, la creatividad y la seguridad. Pero, ¿podemos culpar a Sylvie? De matar a Kang, no estoy tan segura. De traicionar a Loki, totalmente, porque se aprovecha de esa vulnerabilidad, paradójicamente muy lúcida, que se ha apoderado de su versión masculina.




El príncipe de las mentiras va encontrándose a sí mismo a lo largo de los episodios. Comienza ese viaje de ida cuando ve proyectada su vida y se da cuenta que está muerto. El ambicioso hijo de Laufey, encarcelado por la TVA y despojado de sus poderes, se baja del pedestal de dios infalible y por primera vez se auto cuestiona, al reconocer sus errores y tratar de perdonarse a sí mismo. Quién pudiera reconocerse tal cual es y, a pesar de todo, perdonarse para atreverse a cambiar. Ante Sylvie admite que ha traicionado a todos lo que ha amado alguna vez: su padre, su hermano, su pueblo. Emociona escuchar a este mentiroso empedernido hablar de su madre Frigga, esa mujer que lo amó como si fuera su propio hijo, y le enseñó el arte de la magia. En ese momento su humanidad se vuelve inmensa, al igual que cuando intenta hablarle a Sylvie sobre ese sentimiento que, en sus propias palabras, es tan nuevo para él. La atracción casi adolescente que Loki comienza a sentir por Sylvie, también va creciendo, y madurando, a lo largo de esta primera temporada. Esa versión femenina de sí mismo, logra cautivarlo, no por ser igual a él, sino porque, en el fondo, no es tan parecida. La dama Laufeydottir ha tenido, como casi todas las mujeres, una vida mucho más dura que su enamorado, huyendo de la persecución permanente de la TVA, que la arrancó brutalmente siendo una niña de su hogar en Asgard. Sylvie luchó desde siempre para sobrevivir, planear y ejecutar su venganza contra los que le robaron la vida: su cuerno roto da buena cuenta de ello. Mientras Loki se divertía engañando, traicionando, y generando enfrentamientos solo para saciar sus ansias de poder, Sylvie, se la pasaba saltando de apocalipsis en apocalipsis para esconderse de la TVA, transformándose en una asesina por obligación. Si bien las dos versiones antagónicas de Loki comienzan su relación con el pie izquierdo, basándose en el rechazo, la competencia y el odio; las circunstancias adversas que deben atravesar las van acercando poco a poco. Los breves momentos de proximidad que comparten, en las maravillosas escenas que los muestran juntos en el tren, en Lamentis, y antes de enfrentar a Alioth, empiezan a generar una tensión romántica inesperada, al menos para mí, pero verosímil: amar a alguien exactamente igual a uno, además de narcisista, es tremendamente aburrido; encontrar en la diferencia, esas similitudes que inevitablemente nos acercan profundamente al otro, es algo maravilloso.






Cuando Loki y Sylvie dejan de enfrentarse y empiezan a conocerse, finalmente se alían tras un objetivo común que los vuelve poderosos. El hechizo de Sylvie no hubiera bastado para vencer a Alioth, sin la ayuda de la magia de Loki. Como tampoco hubiera servido sin el enorme auxilio del Loki clásico, que pierde la vida haciendo realidad el glorioso propósito de no abandonar a sus otras versiones, en su lucha por conocer la verdad. En este hecho se vislumbra otro gran tema del cual habla la serie, la amistad, personificada en la relación de Loki y Mobius. El ingenuo agente de la TVA, que parece ser un personaje de peso dentro de la organización, logra quedar como el principal responsable de que Loki no se escape y, como si esto fuera poco, se digne a colaborar en la caza de una variante mucho más peligrosa y letal que el mismo. Para intentar quebrar al todavía orgulloso, descarado, y rebelde príncipe, Mobius recurre a su infinita paciencia, a la burla, y a los golpes bajos, llegando hasta la tortura psicológica. Siempre a la defensiva, y a la espera de la traición, el agente muestra, sin embargo, cierta debilidad por su prisionero. Su relación con Loki también irá madurando, a medida que sus argumentos con respecto a la TVA, a las variantes, y a los Guardianes del Tiempo se vuelvan cada vez más creíbles. Paradójicamente, el mentiroso que por primera vez deja de mentir para cambiar drásticamente su carácter, su manera de pensar, y su forma de relacionarse con los demás, es quien le demuestra que es él mismo el que está viviendo dentro de una mentira. Desde las primeras picantes entrevistas cara a cara, hasta el abrazo de despedida, al ahora amigo, en la tierra del Final de los Tiempos, es impresionante la cantidad de matices por la que atraviesa la relación entre ambos personajes. Conmueve ver a Loki en el episodio final, de vuelta en la TVA, buscando desesperadamente a su amigo para advertirle del peligro inminente que acaba de desatar la venganza de Sylvie. Pero conmueve aún más, ver que Mobius no lo reconoce. Sylvie, al satisfacer el deseo que la motivó durante toda su vida, a costa de traicionar a Loki y, creo yo, a sí misma, los condenó a todos a la soledad. En el final, Lady Loki se queda sola, sentada en el suelo, luego de haber apuñalado a Kang, sintiendo ese vacío que a todos nos queda en el pecho después de haber desperdiciado una oportunidad única, y de haber lastimado a alguien que nos ha abierto el corazón. Su alter ego, también termina solo y descolocado, en lo que parece ser una línea temporal diferente. Nadie lo reconoce, nadie lo escucha, ni siquiera su amigo que ha vuelto a ser un burócrata funcional a la TVA, organismo que, como a todos, le ha robado la vida.
 





La segunda temporada nos revelará si estos dos seres de puro caos, que son la misma persona, y que, además, se han enamorado uno del otro, podrán superar su soledad eterna.
Texto: Andrea Castro.



miércoles, 17 de marzo de 2021

Un maravilloso contrapunto entre dos mujeres.

Arde Madrid, la serie española que ha sido toda una revelación, y a dos años de su estreno ya es un clásico, está basada en hechos reales, puntualmente en la escandalosa estadía que la actriz Ava Gardner pasó en la capital española en los años 60, en pleno auge del franquismo y, para colmo de males, teniendo como vecinos al general Juan Domingo Perón, y a su mujer Isabelita. Sus ocho capítulos, filmados íntegramente en blanco y negro (la serie es gris como lo es también la España franquista), podrían haberse quedado solamente en lo anecdótico, narrando los desmanes y las excentricidades de la diva, que incluyeron romances con toreros, y un fuerte acercamiento a la comunidad gitana, muy perseguida por el régimen en esos años; y ahondando en su mala relación con el ex presidente argentino que vive llamando a la guardia civil para quejarse. Por el contrario, Arde Madrid, gracias a la genialidad de sus creadores Paco León y Anna Costa, termina siendo una bella y profunda reflexión sobre el franquismo, la dictadura, los prejuicios, el deseo y la libertad, cuestiones estas últimas, que siempre suelen abrirse paso, cueste lo que cueste. Por momentos la trama se vuelve tan íntima, al ahondar en lo más recóndito de la vida privada de cada uno de los personajes, que da lugar a que muchos de ellos tengan escenas en las que se los ve sentados en el inodoro, incluida la mismísima Ava que se queja ante Ana Mari de sus dolores menstruales. Por esto, no es de extrañar que la presentación de cada capítulo muestre a uno de los protagonistas en ropa interior, dedicándose a realizar tareas tan banales como maquillarse, peinarse, lavarse, vestirse, o plancharse la ropa. Simbólicamente hablando, Arde Madrid es un producto redondo por donde se lo mire.

 









Si bien en el argumento se destacan personajes secundarios muy importantes, su desarrollo se centra en el contrapunto dramático que se establece entre la diva y su mucama española. En estas dos mujeres, en sus actos, y en sus dichos, se encarna todo el simbolismo y la metáfora que hacen de Arde Madrid un producto muy inteligente, y que admite muchas segundas lecturas. Ava, la señora, la diva inalcanzable, con su desparpajo, su independencia, y su libertad sexual y de pensamiento, irrumpe en una España enlutada y que parece atrasar un siglo, para incendiarla de pasión, alcohol y deseo. Ella simboliza a ese país libre y democrático, en el cual se lucha por defender las libertades individuales; además de hacer realidad el eterno mito hollywoodense, desbordante de fantasía, glamour, y perfección. El brutal contraste entre el clima de las maratónicas fiestas que se celebran en su casa, con toda la comunidad gitana cantando a voz en cuello, y los solemnes eventos de corte patriótico partidario, a los que la invitaba Franco, que la padecía y la detestaba, pero también la usaba para acercarse a Estados Unidos, es abrumador.







Ava, magistralmente interpretada por Debi Mazar, no para de escandalizar durante toda la serie a la comunidad española, a sus vecinos argentinos y, fundamentalmente, a su personal doméstico. Se muestra semidesnuda y con resaca, se emborracha sin parar, deja su diafragma a la vista de todo el mundo, y pide que despierten y despachen a sus ocasionales amantes, que duermen a pata suelta y completamente desnudos en su cama. La que más sufre el desorden íntimo de la diva es Ana Mari, una especie de mucama y asistente personal que debe cuidar de su señora hasta cuando va al baño. Esta mujer coja, gracias a la polio que padeció de niña, de permanente rodete, anteojos gruesos y uniforme, encarna, a través de su seriedad y rudeza, a la España reprimida, prejuiciosa, y sumida en la ignorancia debido al franquismo. Católica, solterona y franquista, se incomoda y avergüenza de la conducta de su señora, sin detenerse a pensar que sus ideas están instaladas en su cabeza gracias al régimen opresor y misógino al cual pertenece: Ana Mari es instructora de la juventud de la Sección Femenina de Primo de Rivera, e ingresa al servicio de Ava, junto a un marido ficticio que también le proporcionan sus superiores (Manolo), para espiarla y dar cuenta de sus supuestas actividades comunistas.








Con el correr de los capítulos y las situaciones, la relación entre estas dos mujeres, muy tensa desde el principio, irá madurando y propiciando que comiencen a salir a la luz nuevas verdades y sentimientos, sobre todo en Ana Mari. Y como nada es lo que parece, finalmente, Arde Madrid nos revela que Ava no es tan fuerte y Ana Mari no es tan débil. O, en otras palabras, que Estados Unidos no es tan perfecto, y España no es tan sumisa. Las borracheras, la sucesión de hombres en su cama, los desbordes constantes de Ava, en realidad nos hablan de la tan conocida soledad y fragilidad que ha acosado desde siempre a casi todas las estrellas de Hollywood. Ana Mari, cuando ve por primera vez a su señora totalmente devastada y vencida por la muerte de Hemingway, se apiada de ella, logrando entender que sus desmanes no son peores que su eterna y profunda represión física y emocional. El diálogo que se establece entre ambas protagonistas, cuando Ana Mari le acerca un té a la diva es magistral:

– ¿Con cuántos hombres te has acostado, Ana Mari?

– ¿Yo? Con ninguno. Bueno, quiero decir, con mi marido.

– ¿Solo un hombre en toda tu vida?

– Claro, yo soy una mujer decente.

– ¿Mí no decente?

– Bueno, usted es americana.

- Y sí, soy una americana indecente. Pero la castración de los deseos, del amor, del sexo, de la alegría. Eso es indecencia”.






Ana Mari se irá dando cuenta de que es mucho más fuerte de lo que parece. Aparentemente su fragilidad tiene que ver con su cojera, por la cual es muy discriminada, “y quien te va a querer así, coja”, le dice Manolo cuando ella rechaza su propuesta de matrimonio con estas palabras: “yo no quiero que un hombre me diga, esto sí y esto no, aquí sí y aquí no. Ni estar agradecida porque no me pega. Yo no quiero nada de eso”. Pero la realidad es que su endeblez está directamente relacionada con las ideas preconcebidas y las barreras que ella misma ha levantado desde su discapacidad para enfrentar al mundo. Su cuerpo y su cabeza se irán impregnado poco a poco de ese innegable clima de sensualidad permanente que se vive en la casa, lo cual la llevará finalmente, y a pesar de la culpa y la vergüenza, a entregarse a Manolo, llegando a hacer el amor con él en la mismísima cama de su señora. Tal es el cambio que se produce en las convicciones de Ana Mari que, cuando sus superiores dan por terminada su misión, aparentemente convencidos de que hacer el amor y bailar flamenco, no tiene nada que ver con ser comunista, ella no duda en engañarlos para poder permanecer al servicio de Ava. La bellísima actriz Inma Cuesta, que actúa y canta como los dioses, es la encargada de darle vida a Ana Mari, transformándose no solo desde lo físico, sino también desde lo actitudinal e ideológico. Solo una mujer sumamente segura de su propia fuerza puede lograr minimizarse de tal manera, como lo hace Cuesta.








Un párrafo aparte merece la inclusión del general Perón (Osmar Núñez) y su mujer (Fabiana García Lago), los cuales son constantemente ridiculizados, él por ser un dictador sin posibilidades de ejercer el poder, y ella por ser la pacata obsecuente de ese rey sin corona. El humor está siempre presente en las escenas en las que aparecen ambos, secundados por su pobre mucama española que ya está harta de prepararle enemas al general, peinarle las pelucas a Isabelita, y decirle que ya no hay más coñac porque se ha evaporado (en su propia garganta). Perón le da discursos a la nada, práctica tiro en la terraza de su casa, se desespera por dar notas y figurar en los actos de Franco, que lo ningunea, y vive llamando a la guardia civil para quejarse de las interminables jaranas de su famosa vecina. En todas las fiestas indefectiblemente Ana Mari repetirá: “señora, los Perón se están quejando”.






Lamentablemente Arde Madrid no tendrá, al menos por ahora, una segunda temporada, por lo que nos tendremos que conformar con disfrutar una y otra vez de sus ocho únicos capítulos. Esta primera y única temporada termina, como no podía ser de otra manera, con una fiesta en la casa de Ava en la cual se juntan todos los personajes, incluida una cabra traída por los gitanos, y se resuelven todos los conflictos, hasta que tocan a la puerta los Perón acompañados por la guardia civil. Como Ava carece de la autorización requerida para organizar reuniones privadas, la fiesta se muda a otra parte, y la nostalgia del final se comienza a instalar. Mientras Ana Mari y Manolo se dedican a limpiar el desorden descomunal de la interrumpida bacanal, Ava y Pilar, su otra mucama, salen a la terraza en pleno amanecer a gritarle al aguafiestas del general: “Perón cabrón, Perón maricón”, para terminar hamacándose mientras Ava reflexiona si pasará otra temporada más en la capital española.





Texto: Andrea Castro.
Fotos: Javier Biosca, Vanity Fair, Movistar, Instagram.

Disponible en Flow y HBO. 

Para saber más:

https://www.revistavanityfair.es/sociedad/celebrities/articulos/arde-madrid-es-la-serie-de-paco-leon-y-anna-r-costa-ava-gardner-espana-mito/34443