martes, 10 de febrero de 2015

El Bien Común….y un día Ramírez volvió al denim.

La versión verano del Bien Común se sitúa en una playa de la Costa Mediterránea. Las musas que la inspiraron fueron la diseñadora  Valentina Nochleva Sanina, célebre por sus creaciones para Katherine Hepburn y Gloria Swanson  y  las imágenes de moda consagradas a bañistas posando cual esfinges, creadas por Louise Dahl Wolfe bajo la dirección de Diana Vreeland.
A modo de homenaje a los veinte años transcurridos desde sus comienzos con el concurso Tela & Talento (en el cual Ramírez resultó finalista por su colección de jumpers de jean derivados de uniformes escolares), el denim se erige en hilo conductor de un apartado de esta colección estival tan democrática como elegante. Ya en faldas rectas con cintura alta, en camisas que emulan su insólita variación sobre el tailleur como uniforme de los jóvenes, en el jean bombilla a la usanza de los pantalones del dandy Mansilla, o en su contracara, la pata de elefante, todas las prendas fueron desarrolladas como consecuencia de una alianza con el grupo Santana Textiles con tejidos de la línea Loco Serious denim. 















El apartado de los clásicos en negro adopta nevos modismos – little black dresses, que citan morfologías de tiras de bañadores, para culminar con vestidos de noche esculpidos en muselina. Los beach-gowns en broderie blanco, los chemisiers en blue denim y los batoncitos negros, irrumpen en representaciones surrealistas de las playas de Italia y de Grecia, que ilustran la campaña fotográfica por Val & Musso.

El manual de estilo de las exóticas veraneantes dictamina el uso de sombreros de paja y pañuelos a modo de tocados, así como también, el rescate de los espadrillés con taco ceñidos mediante cintas que aluden a trajes regionales. 















Texto e imágenes: Gentileza Pablo Ramírez y Revista 90 +10